La propiedad intelectual es una rama del derecho que protege las invenciones o creaciones originales, a fin de que sus autores o creadores puedan, de manera exclusiva, explotarlas y gozar de los privilegios patrimoniales y personales que éstas ofrecen.

 

La propiedad intelectual se divide en dos categorías:

 

• La propiedad industrial: obras protegidas mediante patentes de invención y registros de modelos de utilidad, diseños industriales, marcas y nombres comerciales, denominaciones de origen, entre otras.

 

• El derecho de autor: es el reconocimiento del Estado en favor de todo creador de obras literarias, musicales, dramáticas, dancísticas, pictóricas, escultóricas y de carácter plástico.

 

En el rubro de derechos de autor existen igualmente los llamados derechos conexos, los cuales protegen a los intérpretes y ejecutantes de dichas obras, sobre sus interpretaciones o ejecuciones.

 

La propiedad intelectual cumple dos funciones esenciales: garantizar la protección legal de derechos morales y patrimoniales de los creadores respecto de sus obras y, por otra parte, fomentar la creatividad y el desarrollo de nuevos conocimientos.

 

En México, las autoridades encargadas de velar por estos derechos son el Instituto Nacional de Derechos de Autor y el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial. A nivel internacional, la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual se encarga de fomentar la propiedad intelectual en todo el mundo, así como fortalecer la cooperación administrativa entre las naciones en esta materia.